El extrañamiento del mundo es un lugar que pensé para darse cuenta de que lo nuevo es inagotable, de que nunca se acaba. Que siempre hay algo más donde pensábamos que habíamos visto bien. Para darse cuenta de que siempre hay cosas de las que podemos darnos cuenta.
Eso es lo que espero que les pase a ustedes al leerlo, que es lo que me pasa a mí. A partir de una canción, de un comentario, de una anécdota, de una lectura o de un simple cambio en el aire me voy, me extraño a un lugar. Un lugar que no se puede explicar sino sólo vivir. Un lugar donde todo es lo mismo pero no es lo mismo, donde se te refunda la percepción. Un lugar donde puede parecer que no hay nada, pero del que yo me traigo algo, que son estas historias.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Hoy

Era como un vino que no se sabe si está agrio,
el gris del gris mismo.
¿Los dedos son parte del brazo?
Por ahí.

Un pasillo de blanca penumbra,
y al final una puerta que al abrirse, ciega.
Los saludos, apresurados y confusos.

Un paso afuera, y no estoy seguro de si estoy afuera.
Estoy seguro de estar parado sobre dos torres,
y con la claridad envidiable que te da la altura
me doy cuenta de lo linda que sos.

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