El extrañamiento del mundo es un lugar que pensé para darse cuenta de que lo nuevo es inagotable, de que nunca se acaba. Que siempre hay algo más donde pensábamos que habíamos visto bien. Para darse cuenta de que siempre hay cosas de las que podemos darnos cuenta.
Eso es lo que espero que les pase a ustedes al leerlo, que es lo que me pasa a mí. A partir de una canción, de un comentario, de una anécdota, de una lectura o de un simple cambio en el aire me voy, me extraño a un lugar. Un lugar que no se puede explicar sino sólo vivir. Un lugar donde todo es lo mismo pero no es lo mismo, donde se te refunda la percepción. Un lugar donde puede parecer que no hay nada, pero del que yo me traigo algo, que son estas historias.

martes, 7 de agosto de 2012

Smack Jack



Lo veo una y otra vez y me sigue pareciendo uno de los videos más raros, atemorizantes y, sobre todo, perturbadores que seguramente haya. Ese tipo de cosas que jamás verías antes de irte a la cama porque no podés apagar la luz cuando termina. Se dice que la música transmite cosas y no sé qué otros lugares comunes y, en mi opinión,  la mayoría de lo que escuchamos no nos provoca más que ganas de saltar o franelear. 
Sólo la muy buena música (y no creo que Nina Hagen sea muy afinada) realmente va más allá. Mi experiencia: nunca tuve que padecer (realmente) a un drogadicto, que debe ser tremenda tortura. Algunos apuntes: ama de casa (realmente desesperada), urgencia, miedo, por favor, ruego, ruego, ruego hasta acallar el NO devastador. Pedir algo infinitas veces puede tapar la respuesta que no queremos oír.

Si se bancan llegar al minuto 4:23 tal vez entiendan de qué hablo. Es ver un pedazo de vida en carne viva en tan sólo segundos.