El extrañamiento del mundo es un lugar que pensé para darse cuenta de que lo nuevo es inagotable, de que nunca se acaba. Que siempre hay algo más donde pensábamos que habíamos visto bien. Para darse cuenta de que siempre hay cosas de las que podemos darnos cuenta.
Eso es lo que espero que les pase a ustedes al leerlo, que es lo que me pasa a mí. A partir de una canción, de un comentario, de una anécdota, de una lectura o de un simple cambio en el aire me voy, me extraño a un lugar. Un lugar que no se puede explicar sino sólo vivir. Un lugar donde todo es lo mismo pero no es lo mismo, donde se te refunda la percepción. Un lugar donde puede parecer que no hay nada, pero del que yo me traigo algo, que son estas historias.

viernes, 18 de marzo de 2011

Viaje zoológico

Como el cocodrilo
me pongo a arrastra.
Y es en las baldosas transparentes
donde veo el reflejo de las suelas.
Un recorrido agónico por la calle,
la calle de los sueños y pesadillas,
donde me encuentro con ruidos.

Como el escarabajo
me pongo a cantar.
Y en los ecos de la voz
escucho lo que hace tanto quería oír.
Pero es sólo en el eco,
no en la música de mi garganta,
sino en el rebote de la pared de enfrente.

Como el leopardo
me pongo a rugir.
Y con el espanto que espanto
y el espanto que atraigo
me espanto de sobremanera,
con las garras en el suelo clavadas en la tierra.