El extrañamiento del mundo es un lugar que pensé para darse cuenta de que lo nuevo es inagotable, de que nunca se acaba. Que siempre hay algo más donde pensábamos que habíamos visto bien. Para darse cuenta de que siempre hay cosas de las que podemos darnos cuenta.
Eso es lo que espero que les pase a ustedes al leerlo, que es lo que me pasa a mí. A partir de una canción, de un comentario, de una anécdota, de una lectura o de un simple cambio en el aire me voy, me extraño a un lugar. Un lugar que no se puede explicar sino sólo vivir. Un lugar donde todo es lo mismo pero no es lo mismo, donde se te refunda la percepción. Un lugar donde puede parecer que no hay nada, pero del que yo me traigo algo, que son estas historias.

lunes, 18 de octubre de 2010

Amazonas

Una mata de verde bravura me araña la cara.
Dame al salvaje y transportame a la cristalina transparencia. No me dejes parar y dame palabras de aliento. Haceme creer que en cualquier momento me puedo postrar y ponerme a rezar, pidiendo por algo. Rompé las ramas con estruendo sin olvidar desfigurarte. Crujime, crují, crujilos. Llevame a las aguas marrones y salpicame con histeria, con un frenesí tal que si alguien nos mira a la distancia se asuste. Mirame con ojazos de madera y clavámelos a mí. Hermosa te ves a través de la madera.
Una mata verde de bravura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario